Berlín con B de Blind
Berlín emociona. Uno va hasta allí con algunos libros leídos sobre la devastación física y moral que supuso el Tercer Reich, sobre el asedio que sufrieron los berlineses al final de la II Guerra Mundial, sobre el levantamiento y la emocionante caída del muro, y vuelve con la sensación que la historia duele y deja cicatrices. Pero los berlineses miran al futuro, no olvidan el pasado y en sus plazas, en sus avenidas, en sus museos, en sus cervecerías la vida avanza, unidas ya las dos ciudades como dos partes de un cuerpo que fueron separadas y obligadas a tener vidas diferentes. Hace 27 años que tienen el mismo destino, un destino lleno de inclusión y de derechos.
Para un viajero con diversidad visual, Berlín espera con sorpresas bastante accesibles. Probablemente menos de las que tendrá, pero muchas más de las que uno se puede encontrar en otras ciudades. Vamos a comentar tres visitas que realizamos en los cuatro vertiginosos días por la actual capital alemana. Te contaré mis experiencias y sensaciones. Y prestaremos especial atención a algunos elementos que aportan accesibilidad al viajero con diversidad visual. ¿Te vienes? Si no tienes bastón blanco, yo te dejo uno.

Visita a la cúpula del Reichstag, tocar el skiline de Berlín:
En la azotea del edificio del Bundestag o Reichstag, a decenas de metros sobre las cabezas de los parlamentarios alemanes, el arquitecto Norman Foster ideó una cúpula transparente con vistas panorámicas de 360 grados. Símbolo de la reunificación alemana, de un Berlín abierto hacia un horizonte sin nazismo ni comunismo, fue una remodelación polémica pero ha triunfado como lugar de obligada visita por berlineses y viajeros.

Es un cilindro de cristal y acero de 40 metros de diámetro y 23 de altura que se levanta sobre la azotea del edificio. Las rampas suben pegadas al interior del cristal de modo que casi caminas por el aire. Para las personas con discapacidad visual (ya sea con baja visión o sin visión) resulta muy accesible. La mayoría de gente sube para contemplar el skyline de Berlín, pero si no puedes verlo, al menos podrás tocarlo y una voz te irá describiendo lo que hay frente a ti allí abajo.

Audio guía inteligente y el horizonte en una maleta:
El sistema de audio guía es fantástico porque cada explicación se activa de modo automático sin necesidad de activarla manualmente. Basta con ir subiendo por la rampa y la audio guía te cuenta en español información sobre los edificios del Berlín que tienes frente a ti. Como la cúpula es de 360 grados, resulta que le das la vuelta completa a la ciudad. Una petaca y un auricular y te llevas la guía puesta. Las manos quedan libres. Para el bastón, el perro o el brazo de tu acompañante y, además, para una sorprendente e inolvidable maleta que te entregan al inicio.

-El maletín consiste en una docena de planos táctiles con alto relieve y alto contraste. Cada lámina contiene un alto relieve del alzado de un edificio y su ubicación en un mapa táctil de la zona de Berlín donde está situado. Así pude reconocer las formas de la puerta de Brandenburgo, la catedral de Berlín, las iglesias gemelas, la torre de la TV, o la columna de la victoria. Nunca había visto algo igual. Es genial porque permite hacer el mismo recorrido que el resto de personas de modo autónomo y a la vez ir reconociendo táctilmente los edificios que la audio guía nos va describiendo.
Redibujar un recuerdo con las manos:
De mi primera visita a Berlín, cuando mis retinas aún funcionaban medianamente, recordaba algunas postales visuales. La imponente figura futurista de la torre de la TV, la puerta de Brandenburgo, las iglesias gemelas de la Gendarmenmarkt … Pero mi memoria, al igual que mis retinas, también va perdiendo nitidez y con los años desaparecen los detalles. En esas postales que alguien envía desde el pasado resulta que se van borrando zonas de la imagen, perfiles, colores…, Por eso me quedé pegado a ese maletín que portaba en bandolera. Por eso recorrí con mis dedos el perfil futurista de la torre de la TV, esa forma esférica elevada a cientos de metros y cuya antena alcanza los 368 metros de altura. Por eso de pronto la postal volvió a colorearse y a hacerse más nítida. Volvieron los tonos metalizados, la cruz que el sol dibuja sobre la esfera, el rojo del edificio Rotes Rathaus situado muy cerca de ella. Incluso, os diré, que me vino absolutamente nítida la imagen de la cúpula iluminada tenuemente sobre la noche de un lejano octubre, cuando al salir de una estación de metro cercana con Sara nos quedamos alucinados con la sensación de que una versión esférica de las naves nodrizas de “V” efectivamente se había colocado sobre Berlín.

Audio guía específica para diversidad visual y versión en braille, ambas sólo en alemán
Parecidas sensaciones volvieron al tocar otras láminas. Fue una experiencia absolutamente maravillosa y que repetiré sin duda. Espero que para cuando vuelva a Berlín, la audio guía específica para diversidad visual esté en español o al menos en inglés. Ya que su contenido, mucho más descriptivo que la convencional –que sí está en español-, sin duda aportará mucha más profundidad a la experiencia táctil y retrospectiva.
Para los hablantes del alemán hay una versión en braille de la guía específica para diversidad visual. Sería perfecto que esta guía también estuviera en español, o al menos en inglés.
Para los que se pregunten que para qué sirve una guía en braille si ya hay audio guía, les recuerdo que hay personas que además de no ver, no oyen o lo hacen con mucha dificultad. Para ellos, el braille es imprescindible para su inclusión.
Museo de historia alemana, visitas específicas para diversidad visual en inglés o alemán:
El Museo de Historia Alemana (Deutsches Historisches Museum) ofrece un recorrido por la historia de Alemania desde el año 100 hasta la reunificación en 1994. Y obviamente pasa por los principales periodos históricos germanos como son las dos guerras mundiales o la división del país en dos Estados: el occidental República Federal Alemana y el oriental comunista, República Democrática de Alemania.
Según nos informaron, en este sesudo museo hay más de 8000 objetos que ilustran las explicaciones que ofrecen en paneles y audio guías. Algunos –muy poquitos para mi gusto- de estos objetos se pueden tocar si realizas una de las visitas guiadas específicas para personas con diversidad visual. Te ponen unos guantes de látex y a escuchar al guía. Eso sí, tienes que saber inglés o alemán, si no, esta visita específica, que es mucho más descriptiva que la que ofrecen los guías a los grupos de personas que no tienen diversidad visual, te resultará más inaccesible que la audio guía para el resto de los mortales.

Tocando la cotidianeidad de la historia:
Me gustó especialmente la parte en la que el guía nos explicó las diferentes vidas que llevaban la población a ambos lados del telón de acero (entre los años 1945 y 1989, año de la caída del Muro de Berlín). En concreto, a través de los guantes pude tocar el mítico escarabajo de Volkswagen que tienen expuesto y comparar su metal con la impactante resina de la que estaban hechos los Trabbys comunistas. Me resultó curioso cómo la lista de espera para la compra de un Trabby en la Alemania comunista era de 10 años y su vida útil era de 28. Con lo cual, calculé que una familia del bloque comunista vinculaba casi 40 años de su vida a ese mítico coche. Hoy día puedes hacerte un Trabi Safari por Berlín y conducirlo tú mismo si puedes, claro. Yo por motivos evidentes, o mejor dicho, invidentes, no puedo contarte qué se siente al volante de estos míticos autos del bloque comunista.

Al finalizar la hora larga de visita, el guía me preguntó qué me había parecido y cómo podía mejorarse la experiencia. Le hice cuatro comentarios. Primero que había sido muy amable y que se notaba que había recibido formación en atención a personas con diversidad visual. El segundo, que dejaran tocar muchos más objetos. El tercero, que los guantes eran bastante incómodos. Y el cuarto, que aunque su inglés era bastante pausado y fácil, en español hubiera disfrutado más de la visita. Él con su voz serena primero me dio las gracias y después comentó mis tres sugerencias. Efectivamente están pensando en ampliar el número de productos para tocar. Piensan que los guantes son imprescindibles porque pasa mucha gente por allí y los objetos son originales. Y por último nos informó que el español todavía no se ofrece en los museos de Berlín cuando se trata de visitas guiadas específicas para personas con diversidad visual.
¿Visitas inclusivas o accesibles?
Contándole la experiencia a mi amiga Beatriz (compañera de bastón y pasión por la accesibilidad universal) llegamos a la conclusión de que las visitas podrían ser más inclusivas, ya que lo ideal sería integrar a las personas con diversidad visual dentro de cualquier grupo de visitantes. Para ello sería necesario extender el carácter más descriptivo a las explicaciones en la visita general y combinarlas con el tacto de los elementos.
En cualquier caso, la experiencia para mí fue muy accesible. Para una persona con diversidad visual que vaya con su pareja, la sensación que experimentarán los dos es que tienen una visita para ellos solos. Otra cosa es si vas en un grupo más amplio, ahí tal vez es cuando haya que tirar de inclusión.

Rheinsberg, castillo, lago, bosques y hotel con sorpresa muy accesible:
Una parte muy chula de nuestro viaje a Berlín fue una escapada con pernoctación incluida al Estado de Brandeburgo, concretamente a la pequeña ciudad de Rheinsberg. Allí, visitamos su castillo palacio a orillas del lago Grienericksee. El castillo, del llamado estilo Rococó de Federico, tiene su origen en una fortaleza medieval pero casi todo lo que hoy se visita data del siglo XVIII
Esta vez sí fue una visita inclusiva porque todos juntos escuchábamos la misma explicación, en español y con descripciones específicas para mí pero que todos podían escuchar y apreciar. Y con la posibilidad de tocar varios objetos, tejidos y adornos (sin guantes, jeje.).

En la visita íbamos en el grupo Kity y yo, cada uno con su diversidad funcional. Él se mueve en silla, yo con bastón blanco. Pero esto no fue problema alguno, ya que el recorrido de visitas está preparado para que personas en silla de ruedas puedan visitarlo sin ningún problema e, incluso, la tienda con recuerdos tiene toda la exposición a muy buena altura también para su alcance desde silla.
Am See, un alarde de accesibilidad:
Además de un paseo en coche de caballos adaptado a sillas de ruedas por el centro histórico de Rheinsberg y por los bosques de pinos plantados milimétricamente que rodean la población, hicimos noche en un hotel de cuatro estrellas llamado Am See. Este hotel es un alarde de accesibilidad para personas con movilidad reducida, ya que todo el hotel está adaptado: balcones sin resalte en el suelo, pasamanos por todos los pasillos y zonas de paso, mostradores con hueco bajo encimera, dispositivos alcanzables desde silla… Y por supuesto, en las habitaciones todo tipo de comodidades sin que pareciera un hospital.

Y la gran sorpresa: un plano accesible portátil de todo el hotel. Esta herramienta de accesibilidad consistía en un bloc de planos ápticos con braille, relieve, alto contraste y macrocaracteres. Este detalle es genial para que un huésped con diversidad visual pueda hacerse con el hotel y con la ubicación de todas sus zonas planta a planta y del modo más cómodo posible. Por supuesto, para ello además contaban con un ascensor parlante, con braile, alto contraste y alto relieve.

Después de aquellos días por Berlín y por Rheisberg, uno parafrasea con gusto a Kennedy. Como dijera el entonces presidente estadounidense en su visita de 1963 al Berlín occidental pocos meses antes de ser asesinado en Dallas, “Lasst sie nach Berlin kommen” (Dejad que vengan a Berlín). Creo que es algo que Alemania en general y Berlín en particular están aplicando cuando hablamos de viajeros con diversidad funcional. No sólo nos están dejando ir, sino que nos están invitando a volver al tener en cuenta poco a poco las necesidades que viajan en nuestras maletas.
Danke Mercedes, Izaskun, Kity, Rodrigo, Joan y Félix, por unos días muy divertidos, llenos de momentos inolvidables. ¿Cuándo volvemos? 😉
Escrito por Luis Casado.
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Mercedes
5 de enero de 2017 en 07:34Qué bonito artículo Luis, está lleno de poesía, connotaciones históricas y recomendaciones prácticas. Me ha encantado
Luisa
7 de enero de 2017 en 09:33Muy muy interesante. Gracias por tanto que nos enseñas Luis!!!!
Mati - Rafa
11 de mayo de 2017 en 10:51Impresionante Luis, hemos estado hace poco en Berlin, y nos ha trasportado hasta ese lugar. Besos
Núria, SixSense Travel
5 de junio de 2018 en 06:26El post es maravilloso, tanto por como Luis lo cuenta como por todas las opciones accessibles e inclusivas que nos da a conocer… He alucinado con la visita a la cúpula del Reichstag con la audioguía inteligente y el maletín de planos en relieve de los edificios más destacados…
En realidad he alucinado con todo y tengo muchísimas ganas de ir y experimentarlo yo también.
Kity
5 de junio de 2018 en 09:04La verdad es que a nosotros también nos impresionó. Me alegra mucho que te haya gustado.
Un abrazo rodante 🙂