DRESDEN CON SILLA DE RUEDAS
Dresden o Dresde en castellano es otra de las joyas que hemos descubierto en nuestros viajes a Alemania.
Es la capital del estado de Sajonia en el este de Alemania y es una ciudad de la que habíamos oido decir que era preciosa pero lo que encuentras al llegar allí supera todas las expectativas, al menos a nosotros nos pasó.

De antemano comentar que esta ciudad fue prácticamente arrasada durante el bombardeo de 1945, al final de la segunda guerra mundial. Sin embargo, hoy en día luce en todo su esplendor tal y como lo hizo en la antiguedad.

Todo el casco histórico ha sido completamente reconstruido manteniendo la esencia de modo que parece que allí no hubiera pasado nada. En muchos edificios pueden verse algunas de las piedras originales con las que los han vuelto a reconstruir. Se diferencia de las nuevas básicamente en el color negro que tienen las originales pero lo cierto es que el tamaño y estructura del resto son idénticas.

Todavía a día de hoy siguen reconstruyendo parte de la ciudad. De hecho cuando nosotros la visitamos estaban reconstruyendo uno de los puentes y lo hacían con piedra de cantero, una labor encomiable. Las calles también han sido restauradas para mantener el aspecto que tenían originalmente de modo que los suelos son, en general, empedrados. Esto evidentemente es incómodo para los que nos movemos en silla pero lo cierto es que le hace mantener la esencia de la ciudad de antaño.

Mi consejo es que, si os movéis con silla manual os llevéis alguna ayuda técnica tipo handbike eléctrica o freewheel. Yo me llevé esta última porque como ya os he contado en algún otro post, me permite moverme cómodamente sin tener que preocuparme por la irregularidad del suelo y lo puedo meter en la maleta.

QUE VER
Es imposible resumir aquí qué se puede ver en Dresden porque la oferta es infinita. De por sí, un paseo por la ciudad ya es en sí mismo una auténtica maravilla pero si os gustan los museos, aquí tenéis para dar, tomar y regalar.

Empezamos visitando la fábrica de la Volkswagen, un edificio acristalado que más que una fábrica parece un museo.

Cuando llegamos allí pensamos que era imposible que allí se fabricaran coches porque los suelos son de madera, todas las paredes exteriores son de cristal con vistas a una zona ajardinada, vamos, un lugar donde realmente apetece estar. Además de la cadena de ensamblaje donde montan los coches nos enseñaron los primeros Golf de 1976 y los últimos modelos como el Phaeton o coches de carreras.

Todo el edificio es accesible para silla de ruedas y podréis tomar algo o incluso comer en la cafetería con restaurante que hay en el hall principal. Por supuesto, también hay baño adaptado aunque eso sí, la puerta es algo pesada y puede que necesitéis ayuda para abrirla.

Nosotros visitamos algunos de ellos pero os aseguro que hay muchísimos más. Probablemente el más visitado puede ser el Palacio de Dresden. En él encontraréis colecciones de lo más diversas, desde armería, a joyas, vestimenta, numismática, porcelana…

Desde luego ni en 4 días que estuvierais tendríais tiempo de visitarlo entero. El edificio es accesible para usuarios de silla de ruedas pero además cuentan con catálogos táctiles en los que se han reproducido las principales piezas del museo en alto relieve y alto contraste cromático para que las personas con discapacidad visual puedan «tocar» y hacerse a la idea de cómo son las piezas que están en le interior de vitrinas.

También cuentan con audioguías en castellano, signo guías y guías en lectura fácil (eso sí, estas dos últimas en lengua de signos en alemán).


Otro de los lugares que visitamos fue la Old Masters Gallery, el Museo del Transporte, el Museo Albertinum , el Palacio de la Ópera, la catedral o el Staatsoperette.

También podéis pasear por la orilla del Río Elba. Hay numerosos senderos accesibles y muy cómodos de transitar con silla de ruedas. además, si hace buen tiempo podréis descansar en alguna de las muchas terrazas que hay. Cuando nosotros estuvimos el tiempo era fantástico y la gente estaba tumbada en el césped y en las terrazas. Daba la sensación de estar en la playa porque muchas de las terrazas tienen tumbonas de tela y la sensación era súper agradable.

Además, el río Elba es navegable y hay varias rutas para poder hacer en barco. La mayoría de los barcos, algunos de ellos son antiguos barcos de vapor, son accesibles en la planta baja.

En el que nosotros fuimos pudimos estar en la parte interior del barco, totalmente acristalada, y también pudimos salir a la cubierta aunque, eso sí, la salida es muy estrechita ya que la puerta no abate completamente.

Si vais con silla grande o con silla eléctrica es probable que no podáis salir al exterior aunque las vistas desde dentro son idénticas. El barco dispone también de baño adaptado. Toda la información de accesibilidad y contacto de la empresa de paseos en barco accesible la tenéis AQUI.


DONDE DORMIR.
La oferta de alojamientos accesible también es muy amplia pero os enseño fotos del hotel en el que nos alojamos nosotros, el Westin. Está ubicado al otro lado del río, a poco más de 5 minutos andando al centro histórico.

El hotel cuenta con 3 habitaciones adaptadas. Las habitaciones son súper grandes y cuentan con 2 camas individuales unidas aunque supongo que se puede añaidr alguna cama supletoria porque las dimensiones son enormes. El baño de la habitación también es muy amplio, cuenta con inodoro estándar con barras a ambos lados y ducha a cota cero equipada con asiento y abrras. Como siempre, en el enlace del hotel tenéis detallada toda la info de ACCESIBILIDAD.

Desde Dresden podéis hacer algunas escapadas para visitar bodegas, conocer Moritzburgo o dar un paseo en un auténtico tren de carbón, pero eso ya lo dejo para otro post. Asi que como solían decir en las teleseries, CONTINUARÁ (Jjejejeje)
Escrito por Kity.