EXPERIENCIA SILLERA EN MOSCÚ Y SAN PETESBURGO, PARTE II
Continuamos descubriendo Moscú y San Petesburgo, su gastronomía y lugares para visitar en silla de ruedas.
GASTRONOMÍA: Una de las cosas que más nos gusta hacer cuando viajamos es comer; sobre todo nos encanta probar todo lo que sea típico de cada sitio. Os dejamos los restaurantes a los que fuimos y algún comentario sobre accesibilidad:
En Moscú:
• LavkaLavka: un sitio más que recomendable, buenísimo y estupendamente adaptado: además de rampa que da a un espacio con mesas, tienen un elevador hacia la otra parte de la sala y los lavabos. ¡Impresionante! La cocina es rusa tradicional modernizada. Comimos una selección de tres minipancakes (anchoa, jamón y caviar), una tabla de quesos rusos con mermeladas artesanas, unos pelmeni (dumplings) de carne y honeycake. ¡Todo riquísimo! Muy pero que muy amables, tienen carta en inglés y el personal hablaba inglés. Precio: 40€. Tienen una tienda donde venden productos gastronómicos rusos, y con el ticket del restaurante hacen un 10% de descuento.
• Technikum: creemos que era accesible… aunque nos quedamos en la terraza que es a pie de calle. Fuimos a desayunar para probar los Syrinki (dulces rellenos de queso), aunque también se puede comer. Hablan inglés y hay carta en inglés.
• Sempre: lo vimos paseando, y su decoración nos llamó la atención. Un sitio precioso con cocina moderna muy rica. No accesible por tres escalones, pero hay terraza a pie de calle.
• Teremok: cadena de restaurantes que ofrece blinis (como unas crêpes) a precios económicos. Tienen multitud de restaurantes por Moscú y San Petersburgo, por lo que habrá algunos accesibles y otros no… Nuestro consejo: mirarlo por el streetview antes de ir 😉 No está mal, aunque nada del otro mundo. También probamos el kvass (bebida fermentada de muy baja graduación). Disponen de carta en inglés pero hay que pedirla. Al que fuimos, no hablaban inglés, pero nos entendimos señalando lo que queríamos sobre el menú. Unos 10€ en total.
• Odessa-mama: restaurante de comida georgiana, muy frecuente en Rusia. Aunque al final lo que comimos fue comida típicamente rusa: filete Stroganoff (ternera con salsa de nata), vareniki (parecido a raviolis) y pescado frito. ¡Nos gustó muchísimo! Sobre todo la terraza que es preciosa, muy agradable y accesible (la rampa empinada, pero vale la pena). El personal habla inglés, hay carta en inglés y el precio fue de unos 30€.
• Mu-Mu: cadena de restaurantes tipo bufé, de comida típica rusa a buen precio. Fuimos al de la calle Bol’shaya Dmitrovka que no es adaptado pero hay terraza. Comimos borsh (sopa típica con carne y remolacha) y Shashlik (brocheta de carne). Nos pareció correcto por el precio. No hablaban inglés y los carteles de la comida estaban en ruso. Unos 12€.
En San Petersburgo:
• Teplo: muy mono, con una terraza estupenda y superaccesible (la terraza). Comimos ensalada Olivier (la que conocemos como ensaladilla rusa), y unos pancakes de patata con caviar. ¡Delicioso! Personal amabilísimo que habla inglés, y de precio 23€ (escogimos de carta, pero hay opción de menú de mediodía, diferente cada día y a un precio superasequible; se puede consultar en la web).
• Caviar Russia: tienda de caviar y bar-restaurante, ideal para una cata de caviar. Ofrecen opciones de sets para probar 3, 4 o 5 tipos de caviar a precios de 27, 49 y 84 euros respectivamente. Nosotros compartimos el set de 4, acompañado de un chupito de vodka y una copa de champán ruso y fue más que suficiente, y ¡Una experiencia muy buena! Entrada accesible hasta la zona de tienda y bar (que es donde nos quedamos, aunque la barra es un poco alta…), pero para ir al comedor hay tres escalones.

• Tasty: moderno restaurante de comida muy variada. Disfrutamos de una rica hamburguesa y una ensalada con salmón. Terraza con un escalón.
• Barashki: queríamos un rooftop bar, y después de un par de decepciones lo encontramos (las decepciones fueron el Masandra y el Gastronomika, dos rooftop bars que no son accesibles…). En el quinto piso de un centro comercial con ascensor. No pudimos comer pegados a la ventana porque hay un escalón, pero las vistas desde nuestra mesa eran igualmente bonitas.

Otros días comimos en el hotel bocatas y hamburguesas take away 😉
QUÉ VER EN MOSCÚ
El primer día, nos dirigimos sin pensarlo a ver la impresionante PLAZA ROJA. Se accede a ella a través de puertas con controles policiales en los que te piden que enseñes las mochilas. La plaza en sí es accesible, aunque está forrada de adoquines, incómodos pero no imposibles. Si entráis por la puerta del museo estatal, os recomendaríamos que para cruzar la plaza hasta la basílica vayáis por la acera de delante de las galerías GUM (a mano izquierda), que es lisa, y así os ahorráis un buen tramo de adoquines.


La Catedral de San Basilio se encuentra en la Plaza Roja y no es accesible por dos escalones. Si se es capaz de subir estos dos escalones, no será posible acceder al piso de arriba. La entrada cuesta 1000 rublos; querían que Àlex también pagara, pero al decirle que no nos parecía bien ya que sólo disfrutaría del piso de abajo, lo dejaron pasar sin pagar (se ve que las personas rusas con discapacidad no pagan, pero las extranjeras sí…). Entrar no fue un problema para Àlex, pero nos sorprendió que de las tres personas de personal que había en la entrada, nadie nos ayudó a subir la silla… El interior de la catedral es bastante espectacular, lleno de frescos en las paredes; pero si entrar supone un esfuerzo muy importante, consideramos que no es imprescindible.
Al día siguiente intentamos visitar el KREMLIN, y desafortunadamente no lo conseguimos. El Kremlin es un complejo amurallado donde se encuentra el edificio del gobierno. Además, dentro de él se pueden ver cosas como la gran campana y el gran cañón, y además visitar diversos espacios que requieren entradas a parte como la Plaza de las catedrales y la Armería. Habíamos leído que con la silla era posible entrar al recinto, aunque no se puede acceder a la Armería ni dentro de las catedrales (pero si ver la plaza por fuera). Con estas expectativas nos dirigimos allá y llegamos hasta la oficina de tickets (con rampa) sin problemas. Preguntamos sobre las posibilidades de billetes para usuarios de sillas de ruedas, y la mujer se puso muy nerviosa y nos dijo que no era posible poner un ascensor porque es un espacio protegido… que en el interior había muchos escalones… que iba a ser muy difícil… en fin, nos puso un montón de pegas y nos lo pintó tan negro que decidimos no entrar. Por favor, si vais a Moscú ¡No hagáis como nosotros! Intentad entrar y disfrutar de todo lo que podáis.
Merece la pena ver la Catedral del Cristo Salvador, aunque sea por fuera. Y el puente que está enfrente, desde el que hay bonitas vistas de la ciudad.


Al Mercado Izmaylovo hay que ir en transporte público o taxi (fuimos en bus). Lleno de paraditas con souvenirs más baratos que en el centro. Nos pareció prescindible. La calle Arbat es una calle con bonitos edificios y tiendas de souvenirs.


Por último, y como pequeño aporte personal de Montse, no dejéis de visitar la Plaza dedicada a la bailarina Maya Plisetskaya, en la que destaca un impresionante y colorido mural y una estatua dedicados a la bailarina.

QUÉ VER EN SAN PETERSBURGO
Nada puede ser más imprescindible en San Petersburgo que visitar el impresionante MUSEO HERMITAGE. Está repartido por diversos edificios con tickets independientes, y visitamos el más conocido que es el Palacio de Invierno. El usuario de silla de ruedas y su acompañante no pagan entrada, eso sí, hay que adquirir el ticket físicamente para poder pasar. Entrando por la puerta principal (desde la plaza del palacio), se accede a un gran patio. Una vez aquí, hay que dirigirse hacia la izquierda hasta la oficina de billetes sin hacer cola. Dentro, hay unas escaleras con un montaescaleras. Una vez dentro, el museo es 100% accesible,



La Catedral de San Isaac la vimos por fuera y es espectacular. Hemos leído que se accede por una rampa de más de 45º.

La Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada fue sin duda nuestra favorita. Por fuera tiene un encanto especial y por dentro te deja boquiabierto con sus paredes forradas de mosaicos. Accesible por una rampa lateral en la puerta de entrada. No hay descuento.


Se puede visitar la Fortaleza de San Pedro y San Pablo sin problemas, desde allí hay bonitas vistas de la ciudad.
El Museo Fabergé es un pequeño museo muy lindo, tanto en contenido como el edificio en sí. Adaptado mediante unas guías metálicas que colocan para salvar las escaleras de la entrada y posteriormente un ascensor. Una vez dentro es todo llano. No hay descuento.


Como no podía faltar en un viaje a Rusia, fuimos a ver un Ballet en el Teatro Mariinsky, pero no en el teatro Mariinsky principal (que tiene que ser espectacular, pero como todo lo antiguo es poco accesible), sino en su hermano pequeño y más moderno, el Mariinsky-2, el cual es totalmente accesible. Preguntamos por correo (admins@mariinsky.ru) qué asientos reservar, y nos contestaron muy amablemente que los asientos 1 o 20 de las filas 1 a 14. Valió muchísimo la pena.
Con esto acabamos nuestro relato, esperamos que os sea útil y os animamos a seguir viajando. Para cualquier consulta, no dudéis en contactar con nosotros. ¡Un abrazo!
Recuerda la primera parte de esta aventura sillera en el siguiente enlace:
Virginia
7 de mayo de 2019 en 09:44Hola!
Este verano queremos ir a Moscú y San Petersburgo y, al igual q vosotros queremos hacerlo en tren pero al comprar el billete nos piden el nº SNILS y no tenemos ni idea de lo que es. Hemos llamado a la embajada pero no contestan. Podéis ayudarnos?
Y cómo hicisteis para sacar el visado?
Àlex y Montse
9 de mayo de 2019 en 14:05Hola Virginia! Muchas gracias por leernos!!
Para sacar el visado lo hicimos acudiendo presencialmente a la Central de Visados Rusos de Barcelona (hay otra oficina en Madrid). Si vives lejos de estas ciudades y no puedes ir personalmente, se puede hacer mediante un servicio de mensajería. Está bastante bien explicado tanto en la web https://centraldevisadosrusos.com como en el blog https://www.rusalia.com/tramitar-visado-viajar-rusia.
Para tramitarlo es necesario disponer de todo esto y llevarlo impreso y bien ordenado:
1. Formulario de solicitud de visado impreso rellenado y firmado (lo encontrarás en la web).
2. Una fotografía original de tamaño 3×4 (tamaño carnet).
3. Pasaporte con validez mínima de 6 meses desde la fecha de regreso del viaje.
4. Seguro de asistencia en viaje.
5. Visa Support (también se llama confirmation letter o carta de invitación). Hay varias maneras de obtenerla, se puede solicitar directamente a la agencia de viajes o al hotel y te la envían por email o por fax; otra forma es tramitarla a través de páginas web especializadas en las que rellenas el formulario, pagas y la tienes al momento, hay varias y nosotros usamos la “iVisa” (https://ivisaonline.com/).
6. Justificante del pago de las tasas y los gastos de gestión. Se puede hacer por transferencia o con tarjeta en las oficinas (en la web encontrarás más detalles).
En cuanto a lo del SNILS lo sentimos mucho pero a pesar de que compramos los billetes por la web, no recordamos haber necesitado usarlo… lo hemos estado revisando en los papeles del viaje pero no lo encontramos por ningún sitio… sentimos no poder ayudar en eso pero seguro que llamando a la embajada o enviando un mail al servicio de atención al cliente de los ferrocarriles rusos (info@rzd.ru) os lo pueden solucionar.
Que vaya muy bien!! un abrazo!
Virginia
7 de mayo de 2019 en 09:52Por cierto, muchas gracias por todas vuestras instrucciones, me lo he apuntado todo.
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