PLAYAS INCLUSIVAS, CANCÚN Y PLAYA DEL CARMEN
Cancún es uno de los destinos estrella del turismo nacional e internacional. Además de sus playas de arena blanca y su mar de muchos tonos diferentes de azul, está cerca de atracciones naturales, ruinas mayas y tiene muchas otras opciones para pasarla bien, como restaurantes, espectáculos y parques acuáticos.
Entre Cancún y Playa del Carmen, a lo largo de 66 km está la Riviera Maya.
En este viaje, descubrí que es el destino de playa en México, con la mayor cantidad de playas inclusivas para discapacidad y tercera edad. Todas ellas son playas públicas y de acceso libre.

Con presupuesto limitado, me hospedé en el Centro de Cancún, muy cerca de la central de autobuses y a unos 2 km de la zona hotelera. El hotel Plaza Tokai, tiene una habitación habilitada para movilidad reducida y es fácil y económico tomar un taxi desde ahí hacia las playas.
En Cancún hay 3 playas inclusivas: Playa Delfines, Playa las Perlas y Playa Langostas, todas con instalaciones adaptadas al uso de silla de ruedas.
Yo fui a las Perlas, una playa totalmente plana, libre de rocas y con un oleaje suave.
En Playa del Carmen hay 4 playas inclusivas. Como no rentamos auto, viajamos desde Cancún en autobús, un poco más de una hora. Mi silla la pusieron en el maletero del autobús y con la prótesis puesta yo subí hasta mi asiento.

Una de las playas inclusivas, está justo enfrente de la terminal de autobuses, junto al muelle de paso a Cozumel.
Toda la zona turística de Playa del Carmen y Cancún está habilitada para silla de ruedas, con rampas en cada esquina y banquetas amplias. En Playa, los andadores son de adoquín y la silla puede manejarse sin problemas.
Las playas inclusivas tienen estos servicios gratuitos:
- Rampas de acceso
- Camastros y sombrillas o palapas designadas para uso exclusivo
- Regaderas accesibles con agua a temperatura ambiente
- Sillas anfibias para recorrer la arena y flotar en el mar, algunas con la posibilidad de poner una sombrilla
- Chalecos flotadores
- Servicio de guardavida
- Asistencia de personal especializado

Los servicios están a cargo de dos asistentes capacitados en atención a personas con necesidades especiales. Son muy amables y serviciales. Ellos deciden dependiendo del clima, el oleaje y la condición de la persona, que tanto se alejan de la orilla y lo que puedes hacer.
En Cancún me permitieron estar sin asistencia y nadar en el mar. El lugar tiene un mar poco profundo y casi sin oleaje. Cuando estuve lista, regresaron por mí con la silla anfibia.
En Playa del Carmen, el mar estaba más agitado y el asistente se quedó conmigo todo el tiempo y no me permitió bajar de la silla anfibia.
En temporadas media y baja generalmente no tienes que esperar turno. Cada playa tiene de 3 a 5 sillas anfibias.
Después de salir del mar, nos quedamos un tiempo disfrutando la playa y comiendo la fruta que te ofrecen los vendedores locales. Puedes llevar alimentos y bebidas, sólo están prohibidos los envases de vidrio.
También llevé una maletita con una toalla y un cambio de ropa para no viajar mojada de regreso y no tener problemas con los taxis.
El viaje fue a mediados de mayo y aunque estaba lloviendo un poco, la temperatura ambiente era de alrededor de 28 °C, deliciosa. De noviembre a febrero, las mañanas y las tardes son mucho más frescas y el agua del mar y las regaderas puede sentirse fría, así que es hay que tomarlo en cuenta si eres friolento o por salud debes ser cuidadoso con la temperatura.

Aunque hay muchos hoteles en la zona, que tienen instalaciones para sillas de ruedas y playas privadas, poder visitar playas públicas con todas las facilidades fue delicioso y muy adecuado a mi presupuesto.
Post escrito por Ángeles Onate