SAFARI EN KENIA EN SILLA DE RUEDAS
Del 5 al 13 de septiembre de 2018.
Visitando Nairobi, Parque Nacional de Amboseli, Parque Nacional Lago Nakuru y Reserva Nacional Masái Mara.
Organizamos el viaje con una agencia, elegimos vuelos, hoteles con desayuno, comida y cena incluida y coche todo terreno privado. Tuvimos algunos inconvenientes con la agencia, pero esa es otra historia.

Teníamos muchas ganas de hacer un safari, sobre todo mi marido, era el viaje de sus sueños, pero nos asustaba el tema de las vacunas y sobre todo el tema de los mosquitos. Estuvimos en FITUR, y visitamos agencias y operadores de safaris, nos decantamos por Kenia, porque está más avanzado en accesibilidad, aunque nos gustaba más Tanzania.
Mes y medio antes de salir, pedimos cita en el Centro de vacunación de la Junta de Castilla y León, nos informaron de las precauciones a seguir y de las vacunas recomendadas, ninguna obligatoria. Nos dieron cita y 20 días antes de salir nos vacunaron de polio, fiebre amarilla y fiebre tifoidea. Compramos repelente para mosquitos (Goibi Xtreme), y las pastillas de la malaria (Malerone), mi marido nos la tomó, por miedo a los efectos secundarios (descomposición). En la fecha que fuimos que era la época seca, y por donde estuvimos no vimos mosquitos, decir que a mí me pican con mucha facilidad los mosquitos y vine sin ninguna picadura.

Salimos el día 5 de septiembre de 2018 desde Madrid hacia Nairobi, volamos con Lufthansa vía Frankfurt, salimos a las 6:10h de la mañana, vuelo de dos horas y media. A las 11:00h salimos de Frankfurt y 8 horas después llegamos a Nairobi. El vuelo fue bastante cómodo.
Esta vez solo llevamos la silla manual, la Batec se quedó en casa, allí no nos iba a hacer falta. El embarque y desembarque fue fácil con la silla, fuimos con ella hasta la puerta del avión y la teníamos también en la puerta al llegar a Nairobi.
El tema del baño en el avión siempre es lo más complicado, hay una silla estrecha, como en la que te pasan al asiento, dentro del avión, lo complicado es acomodarte en el baño, si no eres muy grande, no sería mucho problema, de lo contrario me parece difícil, mi marido es tetra y me parece complicado, pero no lo he probado nunca, nos arreglamos con una botella de agua vacía.
Nos fuimos directos al hotel, al Savora Panafric, tiene una accesibilidad aceptable, la cafetería/comedor es muy agradable, con música en directo. El desayuno buffet es bueno.
A las 8 de la mañana ya estamos montados en el todo terreno con el conductor/guía para irnos al Parque Nacional de Amboseli. Hay unos 280km, tardamos unas 5 horas en llegar.

La circulación es caótica. No vimos autopistas, ni autovías, lo que hay es una carretera de doble sentido, que nos dicen que atraviesa una parte importante de África, Kenia, Tanzania, Mozambique…, podéis imaginaros, llenísima de camiones de transporte, pequeños autobuses, coches, motos y por el medio gente parada vendiendo comida, recuerdos…

Y, aun así, conducen bastante bien, no se oye el claxon, y eso que cuando adelantas a los camiones tienes al que viene de frente encima. En todo el viaje, solo vimos un accidente. No todo son carreteras de asfalto, la mayoría son de tierra.
Hay motos en todos los cruces de caminos, parece ser que hacen de taxis.
Ya en el Parque Nacional de Amboseli, nos alojamos en el Amboseli Sopa Lodge. Un hotel accesible. Las habitaciones son cabañas individuales, el camino hasta la cabaña es de piedras, algo incómodo, pero siempre hay personal dispuesto a ayudar si es necesario. Estás en medio de la nada, pero es muy bonito y la comida está bastante bien. La comida es tipo bufé, siempre hay sopas y purés de verdura, carne de cordero y pollo, verduras cocinadas, arroz, pasta…La gente es encantadora, siempre con una sonrisa.

Por la tarde hicimos el primer safari, hay que entrar en los Parques Nacionales, pero te encuentras también animales fuera de los Parques.

El Parque nacional Amboseli, tiene 392 Km² y está situado a 1.180 m de altura en las laderas del monte Kilimanjaro. Amboseli significa ‘lugar del agua’, el parque tiene una cantidad de agua ilimitada que se filtra a través de roca volcánica y que procede del deshielo de las nieves del Kilimanjaro. En este Parque lo que más hay son elefantes, entrar en un Parque es como ver un documental de animales, pero en directo. Los paisajes son espectaculares.

Al día siguiente, a las 7:30h ya estamos de nuevo en el coche para hacer otro safari, vuelves a comer al hotel sobre las 12:00h y seguidamente vuelves a hacer otro safari por la tarde hasta el oscurecer, 18:30h.
Nos llamó la atención la de niños/as pequeños que iban andando al colegio muy temprano ellos solos, nos dicen que pueden ir a 10km al cole y luego volver. Todos van uniformados.
Hay que tener en cuenta que no te puedes bajar del coche en los safaris, si necesitas ir al baño, paran el coche en una zona despejada y te bajas detrás del coche, mi marido llevaba botella vacía, por si fuese necesario. Al ir solos en el coche, también puedes volver al hotel cuando quieras.

Este día se estropeó el coche y por la tarde no pudimos hacer safari, nos llevaron a ver un poblado Masái que estaba al lado del hotel. Las condiciones de vida bastante pobres, una niña tenía un vestido hecho de bolsas de plástico, los zapatos son trozos de neumático de moto.

Al día siguiente temprano seguimos viaje hacia el Parque del Lago Nakuru, hay que volver a pasar por Nairobi, y todo su caos. La distancia es de 380 km, y tardamos unas 7 horas. Hay que tener mucha paciencia. Los coches siempre llevan botellas de agua, menos mal. Atravesamos el Valle del Rift, las vistas son espectaculares, la circulación espantosa, a las orillas de la carretera te encuentras con gente asando mazorcas en pequeños fuegos que luego venden a los conductores, como al nuestro y al guía, con el coche en marcha, por supuesto, es el almuerzo.
Nos alojamos en el Lake Nakuru Lodge, un hotel estupendo, los bufés son muy buenos, aquí los guías comen en el mismo comedor que los turistas, eso está bien. Y la accesibilidad bastante buena.

El Lago Nakuru es un lago alcalino famoso por sus flamencos que se alimentan de algas y dan el característico color rosado a las orillas del lago. También hay rinocerontes blancos y negros, jirafas, búfalos y muchos tipos de aves.

Aquí sólo estuvimos un día, al día siguiente nos fuimos hacia la Reserva Nacional Masái Mara, que Junto con el parque de Serengueti en Tanzania forman un espectacular ecosistema con la mayor diversidad de especies.

La reserva es famosa por su abundancia en felinos, la Gran migración entre julio y octubre en la que millones de ñus y cebras se mueven entre Serengueti y Masái Mara, y la población Masái. Nos alojamos en La Maison Royale. La accesibilidad en el baño es mala, la agencia nos cambió de hotel durante el viaje, no era el elegido, el elegido era el Mara Serena Lodge, y eso nos ocasionó bastante problema.
Estuvimos tres días. Los trayectos entre los parques son largos, de Lago Nakuru hasta Masái Mara la distancia es de unos 230km, y tardamos unas 4horas y media. La mayor parte del trayecto por carreteras de tierra, pasas por muchos poblados, y pueblos pequeños, carecen de lo que nosotros consideramos básico, no tienen luz, ni agua, no hay baños, se asean y lavan la ropa en los ríos, si tienen alguno cerca. Las mujeres lo tienen aún más difícil, ellas son las que acarrean el agua, la leña… y casi siempre con algún niño a la espalda. Los hombres cuidad el ganado.

Nos llama la atención la de gente andando por todos los caminos, los medios de transporte en zona rural son muy escasos, algunas motos que hacen de taxis.
Este Parque es otro nivel, dicen que hay que ver a los cinco grandes (elefante, león, rinoceronte, búfalo y leopardo) nosotros los vimos varias veces.
Es un Parque muy grande, para aprovechar el día, no vamos a comer al hotel, nos preparan un picnic y lo comemos dentro del parque, debajo de un árbol en alguna zona alta.
Hay que tener en cuenta que estás todo el día fuera, pero eres tú el que decides cuando regresas si necesitas ir antes al hotel. Nosotros aprovechamos todo el día. El tema del baño si se puede hay que llevarlo controlado.
Vimos la esplanada donde se juntan los ñus y las cebras para la Gran Migración, fuimos hasta el río Mara, por donde cruzan, hay enormes cocodrilos e hipopótamos, vimos alguna concentración de cebras que querían cruzar, es emocionante.


Hoy último día de viaje salimos para Nairobi. Por la noche en el hotel durante la cena se han acercado unos Masáis a ganarse unas monedas. Se nota que vienen de cuidar el ganado, su olor les delata. Son muy altos y delgados, y sus saltos impresionan.


De vuelta a Nairobi, nos encontramos un accidente en la carretera, ha volcado un camión y está atravesado, la caravana de coches y camiones es inmensa, después de mucho tiempo y de la gran pericia del conductor salvamos el incidente.

Vamos a comer al restaurante ‘Carnivore’, está muy bien, pero la comida no es nada del otro mundo, te dicen que comerás carnes exóticas, nosotros comimos, avestruz, ternera, cocodrilo y cordero. Nada que te impresione.
Luego nos fuimos a recorrer la ciudad, la zona financiera, o zona centro, es como cualquier ciudad europea, en cuanto de alejas un poco te encuentras con una ciudad caótica, llena de mercados, de puestos ambulantes, de mucha gente por la calle, motos, autobuses….
No puedo dejar de nombrar a nuestro segundo conductor y a nuestro guía Tim, con el que seguimos en contacto, nos hicieron el viaje muy agradable.

Ya de vuelta al aeropuerto, en el que estuvimos unas horas de espera, es pequeño, con alguna tienda de comida, con un único aseo adaptado, en el que hay que pedir llave.

Una vez realizado el viaje, visionado las fotos, asimiladas todas las sensaciones, tenemos que decir que ha sido un viaje impresionante, podemos decir que somos un poco viajeros, pero teníamos muchos recelos de ir a África, nos asustaban tantas cosas, las condiciones de vida, los mosquitos, las vacunas, las dificultades con la silla, la comida, pero todo ha sido muy fácil, siempre hay gente dispuesta a ayudarte si lo necesitas, nos ayudaban a subir y bajar del coche, cuando salías de la habitación estaban cerca por si necesitabas ayuda.
Con qué nos quedamos, pues con los paisajes infinitos al amanecer, con las sonrisas de los niños/as caminando hacia el cole, con las caras amenazadoras de los búfalos, con el momento de una cerveza al anochecer en la terraza del hotel y la aparición de un gran elefante, con la concentración de cebras y ñus para cruzar el rio Mara, con las canciones de los Masáis y sus saltos, con las charlas con nuestro guía Tim, con tantas cosas, pero sobre todo con la cara de felicidad de mi marido.
¡Volveremos a África, seguro!
Post escrito por Nel y Nela