VIAJE A SUECIA. DESCUBRIENDO EUROPA EN SILLA DE RUEDAS Y AUTOCARAVANA. PARTE I
Quiero compartir mis experiencias viajando en autocaravana por mi primer viaje, Suecia, en septiembre del 2015. Fue muy especial por ser el primero y porque se había resuelto un problema familiar muy importante. Fue por eso un viaje mágico y muy largo, 35 días pasando por 7 países, así que la mejor forma de hacerlo es en varios capítulos.
Viajar en autocaravana se está poniendo muy de moda últimamente, aunque en nuestro caso llevábamos viajando con caravana (que no es lo mismo) unos 20 años, así que estábamos más o menos acostumbrados. Mi autocaravana es una BluCamp Sky Free, totalmente adaptada a la silla de ruedas y tan cómoda como mi propia casa.

Me gusta viajar así porque nos da total libertad, y desde que necesito la silla de ruedas, aún noto más esa sensación. Podemos decidir dónde queremos ir sobre la marcha, permanecer en un sitio si nos gusta más días o marcharnos si no es lo que esperábamos. Tengo siempre a muy poca distancia todo lo que necesito, porque llevo siempre mi casa. En este momento no concibo otra forma de viajar.
Lo normal que hacemos los autocaravanistas es preparar una ruta con bastante antelación, señalando las paradas, lo que más interesa visitar, sitios donde aparcar para dormir, rutas accesibles… es decir, un guión que luego se va adaptando sobre la marcha. Pero este viaje, como no sabíamos si íbamos a hacerlo o no, no llevábamos casi nada planeado, solo que el destino final era Vesteros en Suecia para visitar a mi amiga. Así que en apenas unos días, organizamos compras, busqué una tarjeta para tener conexión a Internet, equipaje con ropa de todo tipo, desparasitación de mi perra viajera, y poco más, porque ni mapa de Suecia pudimos encontrar.
Los siguientes viajes que hemos hecho me he pasado meses planeándolos, leyendo relatos de viajes en autocaravana, de silleros viajeros y para completar, de viajeros celíacos. Es casi tan divertido como hacer el viaje. Pero por no llevar nada planeado, este viaje no salió peor, más bien al revés, porque todo fue una sorpresa.
El 30 de agosto por la mañana nos pusimos en marcha, desde Fuengirola en Málaga, con muchísimos kilómetros por delante y con mucha alegría e ilusión. Ese día lo único que teníamos planeado era parar en Madrid a dejar a mi hija y su novio y luego…. pues ya veríamos. En la misma Gran Via, muy rápidamente se bajaron y nosotros seguimos rumbo norte, en dirección a Biarritz. Y si, 30 de agosto, pleno centro de Madrid, una autocaravana de más de 7 metros, novatos, pero ningún problema.
Decidimos, ya que estábamos “por allí” hacer noche en Burgo de Osma, donde tenemos unos amigos, así que en la puerta de su casa hicimos la primera parada. Pasamos un rato estupendo en buena compañía y una noche con una temperatura mejor de la que teníamos por el sur. No visitamos Burgo de Osma porque desde hace años es una parada habitual, pero sin duda merece una visita. Es muy cómodo pasear por sus calles, se puede acceder a la catedral. Y qué decir del Cañón del Rio Lobos, pero eso ya es otro capítulo. Fueron 725km.
Al día siguiente, tampoco muy temprano porque no tenemos que estar en ninguna parte por obligación, seguimos ruta, cruzamos a Francia y al poco hicimos una parada para comer. En las autopistas francesas hay áreas de descanso que son estupendas, con servicios de todo tipo, para personas y autocaravanas.
Aquí voy a explicar cómo funciona un poco más las autocaravanas. En ellas tenemos todo tipo de comodidades, baños y cocina completa, y eso tiene un consumo de agua. Están dotadas con un depósito de aguas limpias, de unos 100 litros, y otro de igual capacidad de aguas grises, que son las usadas en el lavabo, ducha y cocina. A parte va el wc, conocido en el mundillo como “el químico”. Cada cierto tiempo, en mi caso que somos dos, cada tres o cuatro días, hay que “cambiar aguas”. Francia es el país que mejor está en ese sentido, porque en todas partes encontramos las llamadas “áreas” donde hacer los cambios, descansar o pasar la noche (pero para dormir, nunca en autopista, es peligroso). En algunas de ellas hay también la posibilidad de conectarse a la red eléctrica. En este viaje tenía que buscarlas con electricidad o bien entrar a camping porque llevaba una silla eléctrica que tenía que ir cargando a menudo. Este problema lo solucioné al año siguiente con una handbike que voy cargando en marcha con el mechero de la auto, un avance muy importante.
Por otra parte, la auto se abastece de electricidad por baterías, que se van cargando cuando va en marcha y por una placa solar. También es necesario una bombona de gas, o mejor dos si salimos de España (las de fuera no nos sirven), en nuestro caso la usamos para la nevera y la cocina. Otras autos llevan calefacción a gas, pero la nuestra es a gasoil, menos mal…un par de años más tarde vimos que es mejor ser precavidos. Con esto creo que queda explicado a grandes rasgos como funcionan estos vehículos, así que como os imagináis hay que ir buscando áreas para hacer cambios de agua y, vaciar el químico y aquí es donde se hace casi imprescindible Internet, porque hay varias aplicaciones muy útiles para estos casos.
Francia y Bélgica
Para nuestra primera parada en Francia el GPS que nos llevó a Vieux Boucau Les Bains, en Las Landas. El área era de pago, 8 euros la noche. Estaba junto a un lago, nos llovió hasta que aparcamos, así que después de acomodarnos pudimos salir a dar un paseo. Era solo un punto para dormir, pero a pesar del cielo gris y el frio, fue un rato muy agradable. 453km.

Al día siguiente, ya con buen tiempo y después de haber cambiado aguas, seguimos el camino, dirección a Montresor, nos habían dicho que era un pueblo bonito, pues allí que fuimos. Teníamos 518km. Salimos muy temprano y a poco de llegar al destino vimos un Chateau que nos llamó la atención y decidimos parar a visitarlo. Hoy todavía no se cómo se llama, pero estaba abierto toda la zona de los jardines, era gratis y accesible. Una parte era el castillo_palacio, otra las casas de servicio y en medio había una iglesia derruida. Fue una parada interesante.

Seguimos hasta Montresor, un pueblo con mucho encanto. Aprovechando el wifi gratuito que tienen todas las oficinas de turismo, pude configurar la tarjeta para tener Internet, y menos mal, a partir de ahí lo íbamos a necesitar mucho. Junto al pueblo está el área, esta vez gratuita. Tiene un paseo junto al rio que pude hacer con total facilidad, pasa por detrás del palacio y termina subiendo a la parte antigua. Como casi todos los pueblos que visitamos en este viaje, estaba totalmente vacío. No es muy grande, así que pronto ya estábamos de vuelta en la auto para cenar y dormir.

La siguiente parada decidimos que fuera en Brujas. Teníamos por delante 534km. El tiempo había cambiado y hacía frio, que es lo que siempre buscamos en vacaciones. El GPS, tan necesario como torpe, nos metió en la circunvalación de París, lo que nos hizo perder mucho tiempo, eso si, disfrutamos de un bonito atasco. Cuando ya lo dejamos atrás, paramos en el primer área que pudimos para comer y vaciar las aguas grises. Llegamos tarde a Brujas, nos instalamos y fuimos a dar un paseo cortito. El área está muy cerca del centro, junto a un parque, cogimos una de las ultimas plazas. Es cara, 25 euros la noche, con plazas muy estrechas. Como la puerta de mi auto es muy ancha, había que sacarla un poco cada vez que yo entraba y salía de ella. El señor que aparcó junto a nosotros se disculpó, pero es que no se podía hacer otra cosa. Este problema no lo he vuelto a tener, por lo general las áreas son una zona abierta, con hierba y sin delimitar las plazas.
Al día siguiente hicimos una visita ya en condiciones. Lo mismo llovía que hacía sol, pero eso no era problema para la mucha gente que por allí estábamos paseando, la verdad es que es una de las ciudades más bonitas que he visitado: los canales con cisnes, árboles que tocan el agua, edificios preciosos… No es difícil de recorrer, aunque como casco antiguo que es, tiene adoquines y algunas aceras sin rebaje y un museo de historia no accesible. En esta ocasión volvimos a la auto a comer y luego seguimos la visita por la tarde, hicimos una compra en un supermercado y vuelta a casa. Fue todo un acierto parar aquí.

El viaje continúa en una segunda entrega.
Post escrito por Belén Gea
Eva
30 de julio de 2019 en 10:07A la espera de la segunda entrega
Estoy muy interesada en el tándem autocaravana + silla de ruedas
Belén
2 de agosto de 2019 en 11:33Es un tándem estupendo, te lo aseguro!
Maribel
5 de agosto de 2019 en 14:17A nosotros también nos interesa. somos una pareja con nuestro hijo de 10 años usuario de silla de ruedas manual. Nunca nos hemos atrevido porque nos da miedo que el interior sea un poco agobiante y el tema de la complicación de la conducción. Otra cosa es tener espacio para la silla y sus cosas. Supongo que es cosa de alquilar una un par de días a ver qué pasa.
Belén
19 de agosto de 2019 en 09:56Hola Maribel!.
Tengo que confesar que a mí las autocaravanas convencionales me parecen un poco agobiantes, ahora bien, ésta es diferente, es toda abierta, no hay paredes. Yo no me siento agobiada ni con falta de espacio, puedo perfectamente hacer giros con la silla, hacer transferencias sin problema, está todo bien pensado. Lo mejor es lo que dices, alquilar y probar. Son siete metros de autocaravana, por tres de alto, obviamente hay que acostumbrarse a conducirla, pero no es tan complicado.
Esther
16 de agosto de 2019 en 22:42Hola, soy una chica de 41, años con movilidad reducida( silla), me gustaría pregunta les, si alguna vez han compartido viaje, con otra persona, o si hay alguna manera de compartir viaje, gracias un un suludo.
Belén
19 de agosto de 2019 en 09:59Compartir un viaje se podría hacer, siempre que cada uno fuera en su vehículo. El espacio es suficiente, pero no sobra.
José
17 de agosto de 2019 en 17:48Hola. A mi también me gustaría hacer un viaje por Europa en autocaravana. No tengo problemas de fechas.
No sé como unirme a un grupo o persona que realice este tipo de viajes con personas discapacitadas. ¿Algún consejo?
Belén
19 de agosto de 2019 en 10:09Hola José.
En principio no te hace falta unirte a un grupo, es más, sería una complicación añadida, porque a la hora de aparcar no es lo mismo una autocaravana que un grupo (incluso dos ya se empieza a complicar) sin hablar que lo mejor de viajar así es la libertad de improvisar y no atenerte a horarios. Llevas dentro todo lo que necesitas, así evitas muchos problemas, sólo es cuestión de buscar información en las zonas que quieras ir en cuanto a aparcamientos, áreas y puntos de interés turístico. Para eso hay mucha información en Internet.
Pingback: EUROPA EN SILLA DE RUEDAS Y AUTOCARAVANA | Silleros Viajeros